El acero inoxidable es un material muy utilizado y que aporta una estética única. Es un material muy resistente, por ello es por lo que se emplea en cocinas, muebles o en estructuras, pasamanos, etc.
En las empresas, industria o inclusive en casa contamos con una estructura, pero ¿sabes cómo mantener limpia y desinfectada esa área? A pesar de ser una aleación altamente resistente, existen algunos componentes y prácticas que pueden dañar o corroer el material como tal.
Por ello, a continuación, te traemos algunos consejos y técnicas que puedes usar para darle un mantenimiento de limpieza a tus productos de acero inoxidable y seguir cuidando de ellos.
Agentes de limpieza
En realidad, la mejor forma de limpiar el acero inoxidable es con una toalla húmeda, sin embargo, cuando hay una exposición a la grasa o al polvo muy constante se requiere de agentes de limpieza que puedan quitarlos.
Lo más recomendable es emplear un detergente suave y enjuagar con agua, si es necesario, puede inclusive utilizar limpiadores especiales de acero inoxidable como último recurso. Por el contrario, el cloro rompe con la capa protectora de cromo, así como otros componentes como la sosa o cualquier tipo de limpiador abrasivo.
Esto acortará la vida útil del acero inoxidable, provocando que su uso se reduzca y pueda aparecer la temible corrosión y oxidación de la que se le dota al acero inoxidable.
Herramientas de limpieza
Un paño de microfibra, una toalla o un trapo con fibras delgadas son las mejores opciones para limpiar el acero inoxidable, puesto que si utilizas esponjas abrasivas como las que son hechas de metales o para quitar cochambre pueden rayar y crear micro rayones que a la larga pueden penetrar la capa protectora del acero inoxidable y empezar a oxidarse.
Además, es recomendable realizar la limpieza en la dirección del acabado. Algunas superficies de acero inoxidable tienen un acabado pulido o un veteado, siempre que limpies ve con la veta o con el sentido del acabado, de lo contrario, podrías dañar el acabado de igual manera.
Limpieza inmediata
Algunos componentes de la cocina, sobre todo los muy ácidos, como el jugo de limón, pueden dañar la superficie de cromo del acero inoxidable con el que fue hecha. Por ello y para evitar que las grasas se queden pegadas y tengas que utilizar agentes de limpieza abrasivos, si limpias en seguida de que se genera el derrame o la suciedad, evitarás que se dañe la capa protectora y la pieza completa.
Un buen tip para limpiar profundamente y quitar manchas sin dañar las superficies del acero inoxidable es usando bicarbonato de sodio. Cuando el agua y el detergente no son suficientes, una excelente opción es el ya mencionado bicarbonato sódico.
Simplemente, realiza una pequeña pasta con agua y aplica en las manchas difíciles, esto ayudará a quitar las manchas y no dañará tanto la capa protectora del acero inoxidable.
El acero inoxidable es sin duda un material muy resistente y perfecto para las superficies de todo tipo, sin embargo, es importante cuidarlo y darle mantenimiento constante. Para mantenerlo limpio y siempre estético, estos son solo algunos consejos que puedes seguir.
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