El acero inoxidable es una composición de hierro, carbono, cromo, entre otros elementos que se combinan con un proceso y con diferentes cantidades, dependiendo del objetivo del material como tal.
Este proceso ayuda a crear el preciado material conocido como acero inoxidable, el cual es conocido por sus diferentes propiedades, como su resistencia, su durabilidad y su característica más importante, la cual se trata de una resistencia superior a la oxidación.
La oxidación en los metales se trata de una forma en la que el hierro convive con el oxígeno y se genera una reacción desfavorable para el material. Esto lo debilita, lo vuelve vulnerable, ocasionando afectaciones negativas en la funcionalidad y estabilidad de las piezas.
Además de que se convierte peligroso para el ser humano, puesto que sus componentes son tóxicos para la salud y si logra entrar al torrente sanguíneo pueden aparecer algunas enfermedades.
A pesar de que el acero inoxidable es resistente a la oxidación, algunos procesos como incrustaciones de óxido o partículas de hierro que conviven con el material, virutas metálicas o depósitos volátiles en el proceso de fundición de los materiales o errores en la soldadura, rayaduras y demás, afectan la vida útil del acero inoxidable.
Cuando eso sucede, puede empezar un proceso de oxidación en el acero inoxidable, que a pesar de que es mucho más lento que el del hierro, sucede por dentro y puede causar, a largo plazo, problemas en las piezas de acero inoxidable.
Pero cuando eso sucede hay opciones para poder arreglarlo y para eso está la pasivación. A continuación, te contamos más sobre este proceso, qué es y por qué es una opción para el mantenimiento del acero inoxidable.
¿Qué es la pasivación del acero inoxidable?
Cuando existe una superficie dañada u oxidada, esta empieza a correr por el resto de la pieza. Esta superficie dañada se trata con una combinación de oxígeno y cromo que crea una capa protectora. A este proceso se le conoce como pasivación.
Se trata de un como tipo “parche”, por llamarlo de manera convencional, que se le coloca en los lugares en los cuales puede haber una abertura, una rayadura o que al momento de realizar la soldadura se oxidan de más las capas protectoras del acero inoxidable, ayudando a que el proceso de oxidación se detenga y no continúe por el resto de la pieza.
Con la ayuda de la pasivación, se genera una superficie químicamente inactiva de manera espontánea que se inactiva al contacto con el aire o a otros elementos del medio ambiente y lo protege de diferentes aleaciones metálicas que traen consigo la corrosión.
¿Cuál es la importancia de la pasivación?
La pasivación apoya la protección del acero inoxidable contra la oxidación, contaminaciones superficiales y prolonga la vida útil del material como tal.
Esto ayuda a reducir costos, puesto que no se requiere de ejecutar un cambio de la pieza total. Además, es muy útil para piezas que tienen una función específica, como en piezas metálicas accesorias, en piezas que tienen contacto con agua o en bisagras o piezas con movimiento.
Gracias al material tan noble como lo es el acero inoxidable, es posible realizar miles de aplicaciones, pero es importante una correcta aplicación, así como un correcto mantenimiento.
Esto ayudará a que las piezas de acero inoxidable sean mucho más duraderas y una vida útil mucho más grande que el hierro convencional, sin embargo, la pasivación es una forma de reducir costos, ahorrar tiempo y de solucionar problemas que, al momento, no son tan graves, pero que, sin duda, pueden convertirse en problemas graves a la larga.
Si quieres saber más sobre la pasivación o requieres de un presupuesto para la pasivación de tus piezas, no dudes en contactarnos o realiza un presupuesto para crear las piezas y láminas de acero inoxidable que necesitas.
¡Te esperamos!